Tinku: espacio colaborativo para generar productos y servicios inspirados en el patrimonio local

Abstract

Históricamente el carnaval se ha caracterizado por ser una celebración donde confluyen un sinnúmero de elementos simbólicos contrastantes, lo sagrado y lo profano, la risa y el llanto, la vida y la muerte, el encuentro y el desencuentro. En un tejido ritual que con el pasar de los años ha evolucionado, sufriendo transformaciones que lo han llevado a renunciar a algunas prácticas y adoptar otras dependiendo del contexto en el que se celebra. El Carnaval de Negros y Blancos es una de esas fiestas que ha sido capaz de conservar y resaltar su patrimonio cultural, al punto de convertirlo en uno de los símbolos más representativos de la zona Andina, espacio en el que se encuentra situada la ciudad de Pasto, escenario de la celebración. La laboriosidad de los artesanos es uno de los elementos relevantes del Carnaval de Negros y Blancos, al ser un oficio cuyo componente más importante es el trabajo único lejos de la reproducción industrial. La dinámica de esta actividad es muy tradicional, se desarrolla en pequeños talleres, con una mínima cantidad de trabajadores, entre ellos sus familiares y vecinos, y los medios tecnológicos para la producción artesanal son mínimos pues su trabajo se fundamenta en el uso manual. El Carnaval de Negros y Blancos al poseer esta característica, se convierte en una manifestación cultural con identidad propia, que le ha merecido ser declarada para el año 2009, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. A pesar de que el carnaval maneja cifras importantes de impacto económico y social y en la región se considera el factor artesanal un importante impulsor de la economía, lamentablemente no existen propuestas pensadas a largo plazo que permitan proyectar el carnaval y le posibiliten expandirse, posicionarse y convertirse en una fuente de ingresos importante para el departamento. Pese a su gran relevancia el Carnaval no ha sido aprovechado en toda su dimensión, los entes gubernamentales, la empresa privada e inclusive sus cultores no han aunado esfuerzos para proyectar y posicionar el Carnaval a nivel nacional e internacional. Esta problemática permitió detectar una oportunidad desde la perspectiva del producto-servicio y sus posibilidades de innovación y sostenibilidad, las nuevas metodologías de trabajo colaborativo, los negocios, el emprendimiento y especialmente el valor de la identidad local. Actualmente la implementación de estrategias que impulsan el crecimiento de una región, está teniendo en cuenta factores que antes no se contemplaban quizás por su “intangibilidad”, como es la identidad que ahora empieza a ser protagonista. Tinku se define como un espacio colaborativo para generar productos y servicios inspirados en el patrimonio local. Esta perspectiva indica que a pesar de que el ámbito artesanal no se caracteriza por tener como ingrediente principal la alta tecnología, la innovación en este aspecto facilita la comercialización de un producto de manera óptima con el fin de prestar servicios de manera confiable y satisfaciendo al usuario. En consecuencia son muchos los campos que se podrían abordar desde esta perspectiva, pero la presente obra explora específicamente en la falta de canales que potencialicen el talento de artesanos y diseñadores de la región, tomando como punto de partida la ausencia de productos relacionados con el Carnaval de Negros y Blancos con el fin de buscar alternativas que impliquen el mercado justo, el trabajo colaborativo, la generación de empleo y el mejoramiento de la calidad de vida de los grupos involucrados, entre otras ventajas.