Resumen:
El café se cultiva en más de 80 países de América Latina y es uno de los productos agrícolas más valiosos del mundo, sustenta a alrededor de 25 millones de familias de agricultores e involucra a más de 100 millones de personas en su producción y procesamiento [1]. En los últimos años, la caficultura ha enfrentado ciertas dificultades que amenazan su producción y sostenibilidad. Uno de los problemas al cual se enfrentan los caficultores es el calentamiento global pues este afecta el crecimiento y desarrollo del café [2], sin embargo, muchos de los procesos de producción son manejados de forma manual y con criterios personales, es decir que no se hacen bajo el uso de tecnologías que les ayude a tomar decisiones a tiempo para evitar que sus cultivos se vean afectados por plagas tales como la broca, comunes en las plantaciones de café. El Internet de las cosas (IoT) ha surgido como una poderosa tecnología que ha transformado muchas industrias, incluida la agricultura [3]. Los agricultores enfrentan desafíos como los fenómenos climáticos, la gestión de recursos, la optimización de la producción y la sostenibilidad. A través del IoT y la agricultura de precisión es posible dar soluciones innovadoras para abordar estos desafíos, al proporcionar a los agricultores una red de dispositivos y sensores conectados que recopilan datos en tiempo real y pueden ser monitoreados de tal forma que ayuden a tomar decisiones a tiempo para evitar que sus cultivos se vean afectados.
