Resumen:
A través del tiempo nuestra madre tierra ha sido el foco de múltiples daños ambientales de diferentes índoles, en donde el principal responsable es el hombre que por su inconsciencia y ambición de acaparar cada vez más territorio ya sea para deforestación, minería ilegal, y daños a la flora y fauna, y junto con ello las fuentes hídricas, están ocasionando daños irreparables al medio ambiente. Así las cosas, el agua como uno de los elementos de la naturaleza ha sido afectada en gran magnitud, colocando en riesgo derechos fundamentales como la salud y la vida, puesto que el agua es un elemento primordial para la supervivencia humana y de los seres vivos, por ende, el cuidado de ésta, por parte del Estado, de las entidades encargadas de la protección del medio ambiente y de nosotros las personas que diariamente hacemos uso de este recurso, es trascendental, por el simple hecho de que si no hay agua no hay vida. El agua vista como un derecho fundamental en conexidad con los derechos fundamentales, ha cobrado relevancia, los estados se han visto en la obligación de proteger y garantizar el mismo, así lo podemos evidenciar en varias constituciones donde se protege el derecho al agua o enuncian la responsabilidad general del Estado de asegurar a todas las personas el acceso a agua potable y servicios de saneamiento básicos.