Resumen:
En la zona andina del actual Departamento de Nariño se encuentra una cantidad importante de obras rupestres, tanto a nivel de grabados (petroglifos) como de pinturas (pictografías), elaboradas por los primeros pobladores de esta región de Colombia, los cuales –según los estudios históricos–, se ubican en los territorios que anteriormente fueran habitados principalmente por dos grupos étnicos: los Pastos y los Quillacingas. Los registros adelantados por Justino Mejìa y Mejía, Wenseslao Cabrera, Osvaldo Granda Paz, Ana María Groot y Edgar Rodríguez permiten estable-cer la presencia frecuente de la figura de la espiral en estas obras precolombinas. Efectivamente, la revisión bibliográfica y la visita a algunos de estos petroglifos y pictografías confirman que de las 76 obras rupestres identificadas, en 42 de ellas aparece por lo menos una vez el trazo de la espiral, encontrándose incluso que en algunos sitios esta representación se repite hasta 17 veces sobre la superficie de una misma masa rocosa, como sucede con el petroglifo registrado por Wenseslao Cabrera en el sector de Pandiaco, hoy barrio de la ciudad San Juan de Pasto.
La presencia recurrente del diseño de la espiral en el arte rupestre de Nariño sugiere, sin lugar a dudas, el importante valor simbólico de esta representación para sus autores. Por lo tanto, esta publicación tiene como propósito fundamental acercarse a la posible interpretación de esta iconografía, a partir de un enfoque arqueo y etno-astronómico; es decir, teniendo en cuentas los vestigios arqueológicos y las tradiciones orales de las comunidades indígenas actuales relacionadas con fenómenos estelares que pudieran estar vinculadas con este diseño prehispánico.